Al menos 20 pacientes renales murieron ante el colapso eléctrico que afectó todo el territorio venezolano, según informó este miércoles el director de la Coalición de Organizaciones Dedicadas a la Defensa del Derecho a la Salud y a la Vida (Codevida), Francisco Valencia.

A través de Twitter, precisó que cinco personas murieron en Caracas, una en Apure, dos en Lara, nueve en el Zulia, dos en Trujillo y una en Yaracuy, ante la falta de diálisis.

Los pacientes renales necesitan recibir tratamiento dialítico tres veces por semana, con una frecuencia interdiaria y durante cuatro horas al día. Estos son conectados a un riñón artificial que cumple con la función del órgano: limpiar las toxinas acumuladas en la sangre.

El pasado 7 de marzo una falla en la central hidroeléctrica del país, el Guri, dejó a oscuras a Venezuela y las salas de diálisis se apagaron. Esto quiere decir que los pacientes que debían acudir a las hemodiálisis los días viernes y sábado no pudieron recibir su tratamiento.

No ser dializado, pone en riesgo de muerte a la persona con insuficiencia renal.