La palabra “emoji” es de origen japonés y está compuesta por el grafema “e” que se traduce en “imagen”, y “moji” que significa “letra”. Creados en 1999 por Shigetaka Kurita, producto de un encargo de la empresa japonesa NTT Docomo, dedicada a la comunicación móvil, la cual gracias a los buenos resultados que obtuvo al incorporar el símbolo del corazón entre las opciones de sus móviles Pocket Bell en 1995, decidió ampliar la oferta 4 años más tarde con la ayuda de Kurita.

Shigetaka declaró que se inspiró en la manga de caricatura japonesa en que los conceptos, pensamientos y acciones pueden ser representados con un símbolo. Esto se ve reflejado en el mismo caso del emoji de corazón, en el cual se representa ‘el amor’ y, sin tener que escribir ninguna letra, cualquiera que observe el ícono puede presumir y posteriormente identificar su significado.

Es gracias a este sencillo código estándar de codificación y, por lo tanto, compresión, al que pertenecen los emojis, conocido como Unicode, que su uso se volvió tan popular.

Estos permitían y siguen permitiendo una forma de entendimiento genérico, convirtiéndose en un código mundial que traspasa idiomas y hasta culturas, solo por la simbología contenida en cada uno de esos 12 x 12 píxeles.