Se cansaron y optaron por protestar. Desde ayer en la mañana, los privados de libertad que se encuentran en el retén de la policía del municipio Simón Bolívar (Polibolivar), dieron inicio a una huelga de hambre.

A partir de las 5:00 am, los familiares de los presos se apostaron en la calle 1 del sector Las Casitas, donde está ubicada la sede policial.

Desde afuera se comunicaban a gritos con sus hijos, esposos y hermanos; quienes respondían de la misma manera clamando la presencia de los medios de comunicación. Ante la llegada de los periodistas, parientes declararon que los apresados sufren constantes abusos por parte de los custodios. Por temor a represalias no quisieron identificarse. A su juicio las consecuencias las pagarían los reos.

«No les entregan las comidas o el agua. Además los golpean», indicó una mujer. Agregaron que los arrestados se han matenido  de pie durante 12 horas, tras consumir solo caramelos.

A toda voz
En cuestión de minutos, el sonido de los envases vacíos golpeando las paredes se escuchó en la cuadra. Los convictos querían llamar la atención de los reporteros.

Desde una cancha aledaña el equipo de Nueva Prensa de Oriente pudo sostener una corta conversación con los protagonistas de la huelga, quienes desde el calabozo superior respondieron varias preguntas.
– ¿Qué es lo que piden?
Queremos que saquen a la guardia de Pedro Arreaza
– ¿Cuáles son las razones?
Se comen nuestros alimentos y no nos quieren subir el agua.
– ¿Los han golpeado?
A los que estamos arriba no. Queremos que sepan que por todo nos quieren quitar dinero.
Entre lágrimas, una jovencita expresó que indiferentemente el delito cometido, son seres humanos y sus derechos también valen.

Improvisadamente, una pancarta hecha con una sábana fue asomada por el ventanal, «estamos en huelga de hambre. Fuera Pedro Arreaza», rezaba la inscripción.
Presuntamente, el oficial  denunciado les suspendió los servicios del vital líquido y electricidad, y amenazó con incendiar el sitio.

Silencio
El equipo reporteril intentó conversar telefónicamente con Rafael Hurtado, representante regional de la Defensoría del Pueblo, sin embargo nunca contestó.

Oriana S. Mujica