Para algunos ciudadanos es costumbre el desayunar, almorzar o cenar fuera de casa, por cuestiones de tiempo y facilidad, pero actualmente el ámbito económico juega el papel principal. Según usuarios, el comer en cualquier establecimiento puede traducirse en dejar mitad de la quincena en la cuenta de algún platillo.

Recientemente, el tema que está preocupando tanto a consumidores como a vendedores, es el del precio del refresco, ya que esta semana apareció en Bs. 9 mil.

Dicho aumento, según encargados de algunos negocios expendedores de comida, influye directamente en el costo que ahora deben tener los combos que ofrecen en sus establecimientos. Efraín Ruiz, quien trabaja en un restaurante como ayudante de cocina, alertó que si actualmente un plato de arroz, lumpia, pollo agridulce y refresco cuesta Bs. 7 mil 500, este podría llegar a los Bs. 10 mil con el nuevo valor de la bebida gaseosa.

«Todo sube casi semanal, lo del refresco habíamos escuchado así que cuando tengamos que comprarlo a nuevo precio, todos los precios subirán también», expuso el trabajador.

Expectativas

Clientes enfatizaron sentirse a la espera de precios exorbitantes para los platos de comida en los sitios de la calle, ya que si ya el mínimo valor de estos es de Bs. 5 mil, según sus declaraciones, puede que lleguen a más del triple de esta cifra con el nuevo monto de los refrescos, que en su mayoría acompañan a los menús en los combos que se presentan a los comensales.

«Ya no se puede comer fuera de casa, eso era antes, ahora es un lujo, sobretodo para quienes ganamos sueldo mínimo (Bs. 148 mil 638), más el mercado para la casa, servicios y gastos varios», señaló el consumidor Juan Contreras.

Por su parte, trabajadores del área de comida esperan que estos costos no ocasionen bajas en sus ventas, es decir, más de la que ya han venido percibiendo desde que la economía del país en general ha ido presentando baches. «Esperaremos cómo será la reacción».

 

Génesis Ramos