Una vez más, el municipio Urbaneja amaneció con las principales avenidas cerradas.
¿La razón? Las constantes protestas realizadas con barricadas y escombros que dejan sin tránsito gran parte de la ciudad.

Desde hace dos semanas, los habitantes, comerciantes y transportistas que hacen vida en Lechería deben «ajustarse» al horario de las marchas y manifestaciones.

Tal es el caso del chofer, Rómulo García, quien aseguró que ha dejado de producir más del 60 % desde que iniciaron las actividades de calle.

«Entiendo la lucha y la necesidad de salir a manifestar, pero también hay que comprender que al sector transporte le está afectando bastante», indicó.

García señaló que al día logran transitar por unas dos horas y el resto del tiempo deben ingeniárselas para recoger pasajeros por otras rutas.

El chofer destacó que las avenidas principales permanecen sin paso desde el mediodía, por lo que trabajar en la tarde ya no es una opción.

«La necesidad nos obliga a buscar nuevos atajos. Utilizamos mucho Santa Rosa, porque la avenida principal y Octavio Camejo ya casi no se usan», destacó.

Paso vehicular
Por su parte, los habitantes de Lechería tampoco la tienen fácil.

Luego de un recorrido por las avenidas más importantes de la ciudad, se pudo observar la poca fluidez de tránsito.

La Octavio Camejo muchas veces permanece trancada desde el Centro Comercial Plaza Mayor, hasta después de Morro Humboldt, mientras que, la principal tiene un desvío antes de Aventura Plaza.

«Es bastante complicado llegar hasta la casa. Tenemos que tomar otras vías e irnos por las calles pequeñas que no se dan abasto para la cantidad de carros que ahora transitan por ahí», manifestó la vecina, Silvia Bermúdez.

A su vez, especificó que en algunos días se ha visto en la obligación de salir más temprano de su casa o por el contrario no salir. «Para llevar los niños al colegio ha sido un problema. Hemos hecho nuestros sacrificios», dijo.

Mercedes C. Quevedo