Desde que Dios decidió crear a la mujer con todas sus cualidades y sobre todo rasgos físicos distintos a los del hombre, se supo que llegarían al mundo a vivir en medio de las diferentes dificultades que se presentan.

El ciclo menstrual, los embarazos, la responsabilidad de dirigir un hogar y ser el pulmón de la familia, se les ha hecho más difícil de llevar ante la actual situación que se  vive en Venezuela.

En el caso de las mujeres anaquenses, además de afrontar toda esa gama de procesos propios de la naturaleza femenina, deben enfrentar el desabastecimiento de productos, sobre todo en el área de higiene personal.

«No es justo que además de todas las responsabilidades que tenemos como mujeres también estén desaparecidos los implementos tan básicos como las pastillas anticonceptivas para nuestro cuidado, el champú, afeitadoras o hasta simples cosas como los tintes para el cabello o maquillaje básico», relató Rosa Malavé, vecina del sector Un Solo Pueblo del municipio Anaco,  quien hacía cola frente a un abasto del centro de la localidad gasífera para adquirir las máquinas para rasurar.

Indicó Malavé, que en su caso está haciendo «milagros» para rendir cada una de estos artículos escaseados, pues no puede darse el lujo de salir de su casa todos los días para formarse en las largas colas, ya que no tiene el tiempo suficiente para hacerlo. «Tengo un bebé, una niña que va al colegio y además tengo que atender el almuerzo de mi esposo que siempre llega apurado al mediodía para regresar al trabajo, entonces no tengo tiempo para ir a la caza de estos productos», dijo.

Agotamiento
Ante la dura situación que afrontan las mujeres de hoy, la psicóloga Carmen Barrios, explicó que al final el agotamiento mental es aún mayor al físico. «Hay preocupación por todo lo que las rodea, lógicamente el hombre sale a la calle a trabajar para buscar el dinero con el que alimenta al resto de la familia, la mujer entonces pasa a tomar el control de esas compras y de todo el proceso que concluye en tratar de mantener la estabilidad de la casa y en muchas oportunidades esta estabilidad se ve quebrantada, en vista que muchas veces no se consiguen los productos necesarios», señaló Barrios.

La especialista apuntó, que al final el agotamiento y la decepción es mayor en la parte femenina por todo un esfuerzo para afrontar los diversos frentes que las demás personas que integran el hogar. «La mujer de hoy debe ser fuerte, tomar vitaminas y sobre todo tener comunicación con la pareja en el apoyo mutuo durante los días de descanso del hombre, todo un ciclo que hay que atender  en equipo por el bienestar de todos y evitar enfermedades a futuro que puedan golpear de manera irreparable la salud», concluyó la experta.

Preocupación
Si hay dos productos escaseados que preocupan más que el resto, son los anticonceptivos y toallas sanitarias, pues en Anaco hace meses se presentan dificultades a la hora de adquirir el protector menstrual.

Grevic Alvarado