Las precipitaciones de los últimos días, dejaron el casco central de Lechería, específicamente en la carrera II,  con rebozo del mar, dificultando el paso peatonal y la entrada a viviendas y locales cercanos.

Habitantes informaron que aún contando con el respaldo y la colaboración de la alcaldía municipal, el inconveniente se repite anualmente por la suciedad que arrastra el agua del mar.
El comerciante, Luis González, indicó que luego de las lluvias, las calles pasan hasta una semana casi copadas de agua.

«El canal de alivio está, pero a veces no es suficiente. El mar arrastra basura, restos y pedazos de rocas que dificultan el paso del agua y tapa las salidas», explicó el vecino.  Al paso de los días, el líquido estancado origina mal olor. González señaló que son más de 50 casas afectadas por la situación.  «Contamos con la ayuda de la alcaldía. Vienen y hacen limpiezas, pero creo que el problema está en que el canal de alivio no es lo suficientemente grande y el mar reclama espacio», añadió.

Inseguridad
A esto, el también habitante del sector, Héctor Pérez, añadió que en los últimos meses la inseguridad aumentó.  «La policía llega hasta el lugar pero ya los delincuentes hicieron lo que tenían que hacer», comentó.

Pérez añadió que hasta hace poco el casco central era uno de los pocos espacios seguros de la ciudad, pero hoy en día los vecinos se resguardan temprano por temor a ser robados. «A nivel nacional las personas vivimos con este problema, pero a nosotros nos tocó ahora», añadió.

Organización
Asimismo, la calle Tamanaco del mismo municipio, se encuentra sin paso vehicular desde hace un mes, luego de que la alcantarilla principal se desbordara  a causa de las lluvias.  La comunidad organizada, ha logrado mantener la limpieza de la calle, para evitar peores condiciones.

La vecina, Pilar Moncada, informó que entre las familias de la calle, semanalmente pagan a trabajadores para aliviar la suciedad causada por el estancamientos de las aguas.  Moncada resaltó que con ayuda de la alcaldía, en menos de 20 días se arreglará por completo  el colapso del alcantarillado.

«Las lluvias trajeron mucha basura y poco a poco todo se fue acumulando. El saneamiento lo hacemos para que el agua pueda correr por alguna parte porque sino, estaríamos inundados», resaltó Moncada.  En la calle, más de 10 casas y el espacio cultural Casa Dúo, se reunieron para colaborar con la solución del problema. Resaltaron que es una situación poco recurrente y que se han mantenido pacientes y a la espera de la ayuda del ente municipal.
MERCEDES QUEVEDO