El Mundial de Clubes, que finalizó el domingo con el título del Real Madrid, fue decepcionante para los dos representantes del fútbol latinoamericano y las perspectivas de futuro son difíciles para un continente que no sólo pierde terreno respecto a Europa, sino que se ve amenazado ahora por Asia y África.

El Atlético Nacional colombiano (3º) y el América mexicano (4º) no cumplieron sus objetivos al llegar a Japón y acabaron cumpliendo con lo mínimo que se exige a los representantes del fútbol de la región. El campeón sudamericano soñaba con el título para dedicárselo al Chapecoense, el equipo brasileño que perdió a casi toda su plantilla en un accidente aéreo ocurrido hace tres semanas cuando volaban a Medellín para disputar la final de la Copa Sudamericana. Pero el Verdolaga no sólo no ganó el título, sino que ni siquiera disputó la final, al caer en la instancia anterior ante el Kashima Antlers por 3-0.

Podría considerarse un tropiezo puntual, de no ser porque de las seis últimas finales del Mundial de Clubes, el campeón de la Libertadores ha quedado fuera en tres de ellas, y Sudamérica, la tradicional gran potencia futbolística junto a Europa, únicamente suma un título mundial en la última década (Corinthians en 2012). «Por las estadísticas, se puede decir eso», respondió el técnico colombiano, Reinaldo Rueda, al ser preguntado si Sudamérica está perdiendo terreno.

Europa se nutre
Rueda lamentó «la sangría de jugadores para Europa». «Nuestro talento está nutriendo el fútbol europeo gracias a su poder económico y esa será la tendencia hasta que no se generen auténticas empresas y capacidad organizativa para potenciar mejor ese talento latino, que lo hay», sentenció.
El América, por su parte, quería ser el primer representante del fútbol mexicano en disputar una final del Mundial de Clubes o, al menos, igualar la mejor clasificación (el tercer puesto del Necaxa en el 2000 y del Monterrey en 2012). Y no consiguió ni lo uno ni lo otro. Las Águilas lograron lo mínimo que se puede esperar de un fútbol mexicano que pasa por tener una de las mejores ligas de América y del mundo: llegar a semifinales. «Nos falta roce internacional», dijo Ricardo La Volpe, técnico del América.

AFP