El Real Madrid se clasificó ayer para los cuartos de final de la Liga de Campeones al ganar 3-1 en el campo del Nápoles, durante la vuelta de los octavos del máximo torneo continental de clubes.

Con el triunfo, los merengues avanzan a cuartos de final de la competición por séptima vez consecutiva.
En el minuto 24, Lorenzo Insigne pasó a su compañero Marek Hamsik que metió el balón al área, donde apareció el belga Dries Mertens para hacer el 1-0 de disparo cruzado.

La anotación metió más presión a los blancos, que tuvieron que esperar hasta el segundo tiempo para imponerse.

Tras el descanso, Sergio Ramos se elevó entre los defensas locales para marcar de cabeza al saque de un corner (51′).

El gol fue un jarro de agua fría para los napolitanos, que poco después veían como Ramos volvía a cabecear al saque de un corner y el balón lo tocaba Mertens hacia su portería para hacer el 2-1 (57).
Este segundo tanto desarboló al Nápoles y animó al Real Madrid, que tomó las riendas del partido, y todavía tendría ocasión de marcar el 3-1 en el descuento (90+1).

Beneficiado por el cansancio de los locales, que empezaron a acusar el esfuerzo desplegado en la primera parte, a los blancos les valió con tranquilizar el ritmo del partido en sus últimos minutos para acabar llevándose el encuentro.

Teutones imparables
El Bayern de Munich se inscribió en la próxima fase, al golear otra vez al Arsenal por 5-1 y llevarse la eliminatoria con una ventaja de ocho tantos (10-2).

Theo Walcott adelantó al Arsenal (20′), pero en la segunda parte los locales se derrumbaron tras la expulsión del central Laurent Koscielny y acabaron goleados con los tantos de Robert Lewandowski (55′, de penal), Arjen Robben (68′), Douglas Costa (77′) y un doblete de Arturo Vidal (80′ y 85′).

El resultado final no refleja lo visto en el terreno de juego, ya que en la primera parte el club inglés tuvo más ocasiones de gol ante un Bayern que dominó, pero que no inquietó el marco defendido por el colombiano David Ospina.

Sin embargo, la expulsión de Koscielny en la jugada que acabó con el penal materializado por Lewandowski para empatar el partido, dio la puntilla a un Arsenal que ya tenía la serie muy cuesta arriba.

Ya con la superioridad numérica, el Bayern se aprovechó para humillar de nuevo a su rival, repitiendo la goleada de hace tres semanas en Munich para certificar el pase por un global de 10-2.

Los madridistas y germanos deberán aguardar por los ganadores restantes de la llave para ya tener armada la siguiente etapa.