Un cabezazo de Samuel Umtiti en el segundo tiempo bastó para sellar el pasaporte de Francia a la tercera final de su historia en la Copa del Mundo, al imponerse el martes 1-0 a Bélgica.

Desde un saque de esquina ejecutado por Antoine Griezmann a los 51 minutos, Umtiti consiguió el gol que puso a los franceses por tercera vez en una final de la Copa del Mundo.

Francia chocará el domingo por el título en Moscú con Inglaterra o Croacia, que se medirán este miércoles y en la capital rusa.

En la primera final de su historia, Francia se coronó como anfitriona en 1998 y en Alemania 2006 perdió por penales ante Italia.