Magic Johnson renunció el martes de manera abrupta como presidente de operaciones deportivas de los Lakers de Los Ángeles, bajo el argumento de que desea recuperar la vida sencilla que disfrutaba hace poco más de dos años, antes de que ocupara ese cargo en la franquicia con la que brilló como jugador.

Johnson no informó a la dueña Jeannie Buss ni al gerente general Rob Pelinka antes de anunciar su decisión frente a un grupo de reporteros, cuando restaban unos 90 minutospara el comienzo del último duelo de los Lakers en lo que será su sexta temporada consecutiva con foja negativa.

Los Ángeles comenzaron la noche con un récord de 37-44, y enfrentaba a Portland. La nueva ausencia en la postemporada resultó decepcionante tras la contratación de LeBron James para esta campaña.

“Quiero volver a divertirme”, dijo Johnson antes de limpiarse las lágrimas. “Quiero volver a ser quien era antes de tomar este empleo. Estamos a la mitad del camino, con la llegada de LeBron (a mediados del año pasado). Creo que en este verano, con esa otra estrella que viene, independientemente de quién la traiga, este equipo va a estar realmente en la posición de pelear por un campeonato con el crecimiento de los jugadores jóvenes.

Johnson no vinculó directamente su decisión con el futuro de Luke Walton. Sin embargo, se espera que el entrenador, en su tercer año con el equipo, fuera destituido por el Magic.