El nipón Shun Kubo apeló a su largo alcance y estatura para vencer en la madrugada de ayer, al venezolano Nehomar Cermeño en el Edion Arena de Osaka, en su natal Japón, y así ser el nuevo campeón de la categoría súper gallo de la Asociación Mundial de Boxeo por nocaut técnico en el asalto 11.

Se dieron duro
El japonés se repuso de un fuerte golpe que le propinó el criollo, el cual lo mandó a la lona en el séptimo round y a base de golpes constantes y efectivos llevó la refriega hasta sus últimas instancias.
En el inicio de la ronda 11, el púgil venezolano indicó que se le dificultó continuar combatiendo y la pelea se detuvo.
En declaraciones al Japón Times, Kubo aseguró que «a pesar de que me derribaron en el séptimo asalto y me vi mal, en realidad no sufrí mucho daño. Estaba decidido a ir por el round 11, pero mi rival no salió».
Ahora el joven de 27 años amplía su invicto a 12-0 con nueve nocauts propinados.
Por su parte, Cermeño -quien se quejó (según el portal nipón) por una cortadura que sufrió bajo su ojo derecho en el cuarto round- dejó su registro personal en 26 victorias, seis caídas y un empate, con 15 nocauts y dos de ellas por decisión técnica.
En declaraciones a la prensa, el entrenador de

Cermeño, Celso Chávez, antes del combate precisó que la pelea iba a ser dura, porque aunque el nativo tenía experiencia y su rival nipón es considerado novato, el asiático tenía más tamaño y alcance que el nacional.
«Estoy alerta porque es una pelea de cuidado”, concluyó Chávez.