El Día de los Santos Inocentes es la conmemoración de un episodio hagiográfico del cristianismo: la matanza de los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea), ordenada por el rey Herodes I el Grande con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret. La Iglesia católica recuerda este acontecimiento el 28 de diciembre, aunque de acuerdo con el Evangelio de Mateo, la matanza debió haber sucedido después de la visita de los Reyes Magos al rey Herodes I el Grande (uno o dos días después del 6 de enero), aunque también la fecha de la adoración de los Magos a Jesús no tiene una fecha dada exactamente en las escrituras.

Es muy corriente la explicación de la Navidad y demás fechas alrededor de esta como fechas arbitrarias, pues estas no figuran en los evangelios. Según el evangelio, Zacarias supo que Isabel estaba encinta de Juan el Bautista mientras cumplía con la obligación de quemar incienso en el Templo, que debía hacer cada grupo sacerdotal dos veces por año. Zacarías pertenecía al octavo grupo, el de Abías, lo cual nos da dos posibles fechas para la concepción de Juan el Bautista, una a mediados de mayo y otra a mediados de noviembre, ninguna de las cuales coincide con la tradición.

Tradición
En Hispanoamérica es costumbre realizar en esta fecha bromas de toda índole. Los medios de comunicación hacen bromas o tergiversan su contenido de tal modo que la información parezca real. Se trata de una libertad que se dan los agentes mediáticos para dar rienda suelta a su sentido del humor, oportunidad que solamente tienen una vez al año. Es tradición que los periódicos publiquen páginas enteras de noticias cómicas, con la advertencia de que es día de los inocentes, que van desde las que son una obvia mofa a cualquier suceso reciente, hasta las que parecen serias y engañan al lector desprevenido. El día de los inocentes se vive en todo el mundo hispanohablante. En Venezuela, exactamente en en Sanare, Estado Lara. Una de las numerosas festividades religiosas y folklóricas del país, es conocida como Los Zaragozas, celebrada cada 28 de diciembre por los habitantes del poblado de Sanare, Estado Lara.

Naciendo del Nuevo testamento, el origen tiene su basamento en un episodio relatado en el Evangelio de Mateo (Mt 2,16-18). Ya con la llegada de los primeros colonizadores a Venezuela, como por ejemplo Diego de Lozada, quien fundó Caracas y falleció en Sanare, es posible que en algún momento se haya introducido en la zona este tipo de tradición, que en recuerdo a este aciago episodio Los Zaragoza, personas vestidas con trajes y máscaras multicolores, salen a danzar todos los 28 de diciembre en Sanare. Estos representan la locura de las madres que perdieron a sus hijos en aquel momento.