Pasar calor no es bueno, y no solo por lo incómodo que es físicamente, sino también desde el punto de vista mental. De hecho, las altas temperaturas te hacen menos inteligente, aunque solo hasta que pasa la ola de calor. Según un estudio realizado por la Universidad de Harvard, que cifró en un 13% la pérdida de capacidad cognitiva producida por las condiciones de calor extremas.

Para comprobarlo, realizaron varios test y pruebas a estudiantes de esta universidad durante una ola de calor en 2016, comprobando que por diversas circunstancias su rendimiento bajó considerablemente.

Los que realizaron dichas pruebas en estancias con aire acondicionado respondieron de forma más rápida y acertada, pese a que el punto de partida de ambos grupos era el mismo, en términos académicos.

La falta de sueño y el impacto sobre la concentración del calor fueron tales que directamente el rendimiento académico de estos estudiantes se desplomó, algo que se puede extrapolar fácilmente al resto de la población.

El punto positivo de este estudio es que aunque el calor te hace perder capacidad cognitiva, no lo hace de forma permanente, sino que se recupera una vez que las condiciones climáticas vuelven a la normalidad.