Wayne Hayer es un estudiante estadounidense que tiene dos empleos, va a la universidad tiempo completo, participa en los programas de liderazgo de la institución educativa y es padre, de una niña llamada Assata. Aparte de todo esto, debe lidiar con un problema que se ha vuelto cotidiano: muchas veces no tiene quién cuide a su bebé.

Su profesor de matemáticas, Nathan Alexander, se dio cuenta de que estaba faltando con mucha frecuencia a clase y decidió hablar con él. En la conversación descubrió que su estudiante no cuenta con una red de apoyo que le ayude a cuidar a su hija y que esto lo obliga a ausentarse. Por esta razón, le dijo que llevara a la niña al salón si volvía a enfrentarse a esta situación.

Hayer, entonces, la llevó. Una vez le explicó su problema al docente, Alexander se puso la mochila portabebés para cargar a Assata y permitir al padre «tomar buenos apuntes». Durante los 50 minutos que duró la clase, la niña estuvo tan atenta a la lección como su padre.

«No tengo hijos propios. Me preocupaba que la niña empezara a llorar, pero, en realidad, todo resultó perfecto. Ella se comportó extremadamente bien», comentó el maestro al portal Buzzfeed.

Durante la sesión, alguien tomó una foto de Alexander que no tardó en volverse viral en redes sociales. El profesor se hizo famoso y empezó a recibir halagos de todas partes del mundo.

Al hablar con los medios, el docente de la universidad Morehouse, en Atlanta, asumió su fama con humildad y humor: “Cuando la niña empezó a quedarse dormida, le dije a la clase ‘Creo que ahora me estoy poniendo aburrido’”. Además, agregó: «Esta foto sirve como un recordatorio de lo que los padres tienen que hacer cada día y cuán importante es contar con guarderías a precios asequibles”.

Cuando antiguos alumnos de Alexander empezaron a ver su foto, compartieron sus gratas experiencias con él: «¡Mi profesor favorito! Me salvó la materia de álgebra cuando cursaba el primer semestre en Morehouse. Yo estaba en otra sección con quien probablemente era el peor profesor de la escuela, estaba listo para retirarme, pero él vio que yo estaba al borde y me dio tutorías personalizadas. Para finales de semestre mis notas subieron de la D a la A», escribió en Twitter un usuario identificado como @djnotag_

El llamado del docente es importante: se necesitan guarderías en las que podamos dejar a nuestros hijos con tranquilidad mientras regresamos de la oficina. Y a su reflexión vale la pena agregar otra: las empresas deben ser cada vez más justas con los horarios de sus empleados, especialmente con aquellos que hacen horas extras que nadie paga. Las organizaciones deberían trabajar por mejorar sus procesos y ser más eficientes, para así permitir que sus empleados pasen más tiempo con sus familias.