El plan de Escocia, para celebrar un segundo referéndum de independencia, agitó esta semana la arena política no solo en Reino Unido, sino también en España, un país que afronta sus propios desafíos secesionistas en Cataluña y que rechaza por eso cualquier proyecto separatista como el escocés.
«España apoya la integridad del Reino Unido y no alienta secesiones ni divisiones en ninguno de los Estados miembros. Preferimos que las cosas sigan como están», sostuvo el ministro de Exteriores español, Alfonso Dastis.

 

Agencias.