Los hijos de la expresidenta argentina Cristina Fernández, Florencia y Máximo Kirchner, acudieron este lunes a declarar ante la justicia, acusados de varios delitos de corrupción cometidos supuestamente a través de la empresa familiar Los Sauces.
La primera en llegar a los juzgados federales de Buenos Aires fue Florencia, de 26 años, que estaba citada a las 9:00 de la mañana (hora local en Argentina).
Tanto Florencia como Máximo dejaron escritos de 10 páginas ante Bonadio. «Solicito que se dicte mi sobreseimiento en orden a todos los hechos que se me imputan. Asimismo, peticiono que se ordene el levantamiento del embargo dispuesto en relación a mis ingresos laborales, anotado a disposición conjunta de este tribunal», dice el documento al que accedió El Clarín.
En su escrito, el hijo de la exmandataria también solicitó que «se dicte mi sobreseimiento en orden a tales cargos, con expresa mención de que la formación de estas actuaciones no afectan mi buen nombre y honor».
Toda la familia está acusada por hacer negocios supuestamente irregulares con su inmobiliaria, con empresarios favorecidos con la obra pública, como Lázaro Báez y Cristóbal López.
Numerosos militantes del kirchnerismo, entre ellos la presidenta de la Asociación de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, se congregaron en la puerta de la sede judicial para apoyar a los imputados con banderas y consignas.
A principios de febrero, Bonadio citó a declarar, entre otros, a Fernández, a sus hijos y a los empresarios Cristóbal López y Lázaro Báez -que ya comparecieron hace unos días- por presunto lavado de dinero y cohecho.

Pronunciamiento
Cristina Fernández (2007-2015), que deberá acudir hoy a declarar, está convencida de que ella y su familia son víctimas de una persecución política, mediática y judicial.

Detalles
La primera en llegar a los juzgados de Buenos Aires fue Florencia, pero duró apenas 20 minutos en el sitio y no emitió declaraciones.