El Tribunal Superior Electoral de Brasil inició ayer la segunda audiencia del juicio que intenta establecer si hubo irregularidades en la campaña que la destituida Dilma Rousseff y el actual mandatario Michel Temer compartieron en 2014.

El proceso, suspendido en abril pasado y retomado este martes, pudiera llevar a despojar totalmente a Temer del poder que asumió el año pasado, después de que Rousseff perdiera el cargo en un juicio político en que fue responsabilizada de irregularidades fiscales.

La primera de las audiencias fue dedicada a escuchar los alegatos de la acusación y el descargo de las defensas, que Rousseff y Temer, hoy completamente enemistados, ejercen por separado. La acusación fue contundente y afirmó que existen «incontables» elementos y testimonios que, desde su punto de vista, prueban que la campaña de ambos constituyó «un innegable abuso de poder económico y político», lo que debería llevar al tribunal a anular la victoria de Rousseff y Temer en las urnas.

 

EFE