El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, se congratuló por la ratificación del acuerdo de paz en Colombia, pero subrayó su preocupación por alguna de las modificaciones incluidas en el nuevo documento y por los nuevos retos que el país enfrenta.

«Durante mi misión a Colombia en octubre observé varias tendencias positivas, como un compromiso con el bienestar general, y una visión de consenso que incluyen el reconocimiento del daño hecho a las víctimas y a las comunidades», dijo Zeid en una alocución ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

El Senado colombiano refrendó, este martes, el nuevo acuerdo de paz firmado por el gobierno y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) el pasado 24 de noviembre, un acto que el alto comisionado alabó. Este nuevo texto complementa al original firmado el pasado 26 de septiembre en Cartagena de Indias y rechazado posteriormente en el plebiscito del 2 de octubre, e incluye algunas de las modificaciones solicitadas por el campo del «no».

En medio de la crisis
En este sentido, Zeid mostró «su preocupación» por un comunicado conjunto del gobierno y las FARC que «ha modificado el acuerdo de paz al restringir la definición legal internacional de responsabilidad de la comandancia». «Estoy listo para discutir con las autoridades estos temas», agregó el alto comisionado, quien mencionó que su oficina está comprometida en ayudar al gobierno a preservar la paz y resarcir a las víctimas. Explicó que su oficina documentó 57 asesinatos solo este año «en ataques dirigidos a líderes y a defensores de los derechos humanos». Y lamentó que este mes ya se han documentado cuatro fallecidos.

Preocupación
Zeid recordó que el Ejecutivo enfrenta graves problemas y no tiene control en algunas de las áreas rurales de Colombia previamente controladas por las FARC.