Un hombre y una mujer recibieron 24 azotes con una vara de madera como castigo por verse a solas sin estar casados en la provincia de Aceh, la única de Indonesia que se rige bajo la “sharía” o ley islámica.
La pena se ejecutó en un espacio situado frente a la mezquita Al Wustha de Banda Aceh, la capital provincial, y los condenados recibieron cuatro azotes menos de los dispuestos en consideración al tiempo que pasaron detenidos. “Estos azotes deben de ser no solo un castigo físico, sino una lección para nosotros”, dijo un representante municipal antes de que el verdugo aplicase la pena.
El delito de “ikhtilat”, o la interacción social no autorizada entre una mujer y un hombre, conlleva una pena máxima de 30 varazos bajo la última revisión de la “sharía”, que se comenzó a implantar en 2015.
Otros delitos tipificados en esta ley incluyen la apuestas, beber o comerciar con alcohol, relaciones extramaritales o sodomía, delitos que conllevan un máximo de 200 azotes con una vara de ratán, especie de palmera trepadora de uso similar al mimbre.
Aceh comenzó a regirse con la sharía a comienzos de 2000 como concesión del Gobierno central para que abandonase sus aspiraciones independentistas y avanzar en el proceso de paz con el grupo armado separatista Movimiento para la Liberación de Aceh.
En abril de este año, el Gobierno provincial anunció que llevaría los azotes en público a las cárceles, sin embargo, hasta el momento solo algunos municipios han implementado el cambio y desde entonces se han aplicado al menos en cinco ocasiones en público.
Indonesia es el país con la mayor población musulmana del mundo, con el 88 por ciento de sus más de 260 millones de habitantes, que en su mayoría practican una forma moderada del islam, aunque activistas denuncian un aumento de la influencia de los radicales.