En horas de la noche un hombre, quien compartía tragos con su mujer y varios amigo, fue sorprendido por un encapuchado quien le disparó causándole la muerte.

Se trata de Javier José Hernández Blanco de 31 años de edad, quien fijaba residencia en la calle Lara de la población de Múcura en el municipio Miranda. Él se encontraba con su mujer y varios amigos compartiendo e ingiriendo licor en la Plaza Bolívar de esa comunidad, cuando de repente un hombre encapuchado apareció de la nada y le disparó, causándole una herida de bala en la región escapular izquierda.

De inmediato las personas que lo acompañaban, en un intento por salvar su vida, lo llevaron hasta el Campo Operacional Bare (COB), pero ingresó sin signos vitales, siendo trasladado hasta la morgue del hospital Dr. Felipe Guevara Rojas de El Tigre, cerca de las 2:00 de la madrugada.

José Lara, vecino de José Javier, comentó que la noticia le sorprendió grandemente porque era un hombre tranquilo, dedicado a trabajar la agricultura en la finca que le dejó su papá, siempre pendiente de su esposa y su mamá.

Desconocen si tenía enemigos, ya que nunca se metía en problemas y siempre era muy familiar, más que todo cuando prácticamente quedó solo con su madre.

Él era el menor de 3 hermanos, sin embargo la única hembra murió de cáncer, su papá murió escasos meses después y luego su hermano perdió la vida en un accidente de tránsito en la vía hacia Ciudad Bolívar en el estado Bolívar.

Pesquisas
Comisiones del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, Subdelegación El Tigre, se trasladaron hasta la población de Múcura, donde recaudaron información de interés criminalístico, además de interrogar a testigos, con la idea de dar con el paradero del encapuchado que le dio muerte a Javier José Hernández Blanco.

Familiares y vecinos están consternados con lo sucedido, ya que son muchas las tragedias en torno a la vida de estas personas que les ha tocado presenciar, por lo que piden a las autoridades policiales, que den con el paradero del asesino, por dejar nuevamente enlutado un hogar humilde y trabajador.