En la ciudad de Maracaibo, estado Zulia, hay sectores que llevan cuatro días sin energía eléctrica, mientras que en la mayoría de las zonas los cortes de luz son diarios y duran horas. Lucía González, ama de casa, declaró que se encuentra desde el pasado día jueves sin el servicio.

«Siempre se nos va la luz por cuatro horas mínimo. A mi hijo que vive en las afueras de la ciudad le ponen la luz solo tres horas al día, a veces ha pasado 24 horas sin luz y tiene que venirse a mi casa porque tiene un bebé recién nacido», agregó Lucía.

El ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, denunció que los apagones en Zulia se deben a un “sabotaje” de desconocidos que supuestamente incendiaron una línea de transmisión eléctrica en el Puente Rafael Urdaneta, que conecta a Maracaibo con el resto de país. Por esta razón, el tránsito vehicular por el puente estuvo cerrado varias horas el viernes y luego se abrió un solo canal, lo que genera fuertes atascos.

En un mercado callejero de la ciudad, acotó la mujer, los comerciantes han perdido la comida que venden porque no tienen cómo refrigerarla.

«Esto es grave, hay sectores que van para 60 horas sin luz, incluyendo donde vivo. Ayer tuvimos que comernos un montón de carne porque se nos iba a dañar», manifestó Deivis González, comerciante.

Al respecto se manifestó el gobernador del estado Zulia Omar Prieto, informó este domingo que los trabajos de recuperación de la línea eléctrica afectada “por actos terroristas” continuaban en el puente. Compartió un mensaje en la red social Twitter: «Dios mediante, estaremos estabilizando el sistema».

Debido a los cortes de luz y a fallas en el suministro de agua, las protestas se han vuelto habituales en el estado, así como en diversas partes del país, ya sea por la falta de transporte o agua.

El 31 de julio, un masivo apagón en Caracas que duró tres horas causó caos en el transporte, el comercio y las comunicaciones. El gobierno también denunció un «sabotaje». En la capital no son tan frecuentes los cortes, pero entre diciembre y febrero pasado se registraron varios que se prolongaron entre tres y cinco horas.