Un solitario gol de Edgar clasificó al Alavés para la final de la Copa del Rey que se celebrará el próximo 27 de mayo y en la que se enfrentará al Barcelona.
El delantero canario salió en la segunda mitad y tras una gran jugada individual resolvió el duelo ante el Celta (1-0), que no fue capaz de recuperarse del golpe.

Tras el 0-0 de la ida en Balaídos, el partido de vuelta en Mendizorroza se desarrolló con ritmo y aunque por momentos los locales metieron en su campo al cuadro gallego, los de Berizzo dispusieron de varias ocasiones con sendos disparos de Iago Aspas.

La sólida defensa del Alavés mandó sobre el juego complicado del rival que no logra clasificarse a una final, desde que lo hiciera por última vez en 2001.
El conjunto vasco terminó haciendo historia al lograr una gesta resaltante en sus 96 años de trayectoria.

AGENCIAS