Debido a los altos costos del calzado, ciudadanos aseveraron que se les hace muy cuesta arriba adquirir hasta un par de zapatos.

El ama de casa, Katiuska Pérez, dijo que desde hace casi dos años no compra dicho producto, ya que todo su sueldo está dirigido a la adquisición de alimentos.

«Ya unos zapatos pueden costar prácticamente la quincena entera, por eso prefiero gastar en otras cosas más importantes», comentó.

Asimismo, el comerciante Carlos Solórzano, precisó que las ventas en su local, dedicado a ofrecer calzado para niños, han disminuido considerablemente en los tres primeros meses de este 2017.

«Los clientes han olvidado hasta lo que es adquirir prendas de vestir», dijo.