Ya es costumbre para los habitantes de la comunidad llamada La Vencidad  del Chavo, vivir entre cloacas, montones de basura y malos olores.  En este sector ubicado en el municipio Juan Antonio Sotillo, habitantes señalaron que por mucho tiempo no ha habido otra solución para los problemas más que acostumbrarse a ellos.

La ama de casa Martha Fuentes, indicó que vive justo al frente de una especie de canal de alivio, en el cual las aguas depositadas se observan entre negras y verdes, esto según la vecina, por la falta de mantenimiento.

«Hoy vino una cuadrilla a medio limpiar, con cepillos y palas. Pero esto requiere de un mantenimiento más profundo, porque el agua podrida igual sigue estando», manifestó Fuentes.  Asimismo, la entrevistada dijo que el bote de aguas negras y blancas es constante y esto tiene tanto tiempo que ya no recuerda cuándo fue la última vez que inspeccionó la falla.

Debido a la existencia de aguas servidas desbordadas en las calles, los malos olores son cosa de todos los días, así como la aparición de enfermedades de la piel, ejemplo la escabiosis.  Por otro lado, otros residentes denunciaron que otra de estas fugas de cloacas se encuentra justo al frente del Liceo José Tadeo Arreaza Calatrava, en donde se ven afectados todos los estudiantes de primero a quinto año de bachillerato.

Inseguridad
«Los robos como en todo barrio, son costumbre», afirmó una vecina, quien no quiso dar su nombre.  Por esta situación aseveró que es necesario que los cuerpos policiales realicen más operativos de seguridad en la zona.  Otros afirmaron que la inseguridad se ha incrementado porque de noche todo es totalmente oscuro y ninguno de los postes del alumbrado eléctrico tiene bombillos.

Basura
Recorrer la zona de La Vecindad del Chavo significa ver en cada esquina montones de bolsas de basura, las cuales según los residentes pasan en dichos lugares más de dos semanas, porque el aseo urbano no llega cuando debería o los mismos vecinos se encargan de lanzarla donde mejor les parezca.

«Eso trae ratas y muchas moscas, además de los malos olores, que se mezclan con los de las aguas sucias», se quejó la lugareña Susana De Suárez.  Por esto, quienes habitan en este sector piden que las instituciones correspondientes acudan y solucionen los distintos problemas que los aquejan desde hace mucho tiempo en la comunidad porteña.