Con mirada envejecida y con camisas y pantalones que  les cuelgan, andan algunos de los habitantes del municipio Simón Rodríguez desde hace varios meses por las calles, afectados por lo que muchos en forma de broma han denominado «la dieta de Maduro».

Y es que a pesar de hacer un gran esfuerzo por hacer una vida normal, la escasez de alimentos y su elevado costo ha obligado a muchas familias a modificar radicalmente su dieta diaria, donde cada día se incluyen menos proteínas, que se sustituyen por hortalizas y tubérculos.

Bárbaro Giraldo, médico internista en El Tigre, explicó que «casi en el 100% de los casos la dieta que están consumiendo no cumple con las calorías necesarias que el individuo requiere”.

«Muchas personas aseguran estar cumpliendo sus tres comidas diarias, pero en realidad no se están nutriendo como deberían», advierte el galeno.

Cuestión de estrés
El especialista insiste en que existen casos de personas que, a pesar de la crisis, logran completar los nutrientes diarios necesarios y de igual manera estan bajando de peso, lo que es atribuído a los niveles de preocupación en los que se encuentran por la misma crisis. “Existe estrés colectivo. Las personas están entrando en un estado de ansiedad, en estado depresivo, que también son enfermedades psicológicas que conllevan a la pérdida de peso”, dijo Giraldo, refiriendo que el afán diario en las largas colas también es un factor negativo.

Control necesario
Ante lo común que se ha vuelto la pérdida de peso entre la población, muchos no acuden al médico o se niegan a realizar pruebas básicas, lo que ha ocasioanado, en muchos casos, la muerte. Giraldo advirtió que lo principal es descartar patologías como hipertiroidismo, diabetes o cáncer.

Situación
El panorama es similar en los diferentes municipios del estado Anzoátegui y ciudades del país.  La falta de una buena alimentación ha afectado a familias completas.

Mary Marín