¿Te ha sucedido que luego de un gran esfuerzo en realizar una actividad, viene tu jefe, socio o compañeros de trabajo y critican los resultados de tu tarea? Con expresiones hirientes ¡Caramba eso fue todo, tanto para esto, yo lo hubiera hecho mejor! ¿Cómo te sentiste, qué emociones viviste? ¡Nada agradable ni placentero te aseguro!

Es inevitable, que luego de ser objeto de éste tipo de experiencia, pienses: ¿Será que realmente vale la pena seguir luchando por la empresa? ¿Verdaderamente merece el esfuerzo que yo hago por ellos? E inmediatamente surgen las interrogantes: ¿Vale la pena seguir trabajando por una empresa que no reconoce mi esfuerzo, que no valora lo que yo hago? ¡Y yo que lo hice con la mejor de las intenciones, para la próxima no pongo tanto empeño, que salga como sea!

Muchos líderes todavía creen, erróneamente, que criticando, regañando y reprimiendo, logran que sus seguidores hagan mejor sus tareas, pretenden conseguir, a través de un fuerte reproche y una contundente reprimenda, que den lo mejor de ellos, siendo ésta acción muy alejada de la realidad, al contrario el efecto es perjudicial.

El Psicólogo Skinner comprobó, mediante experimentos con animales, que premiando la buena conducta, aprenden más rápido y retienen con más eficacia que castigando la mala conducta.

Posteriormente se ratificó que lo mismo era aplicable a los seres humanos, ¿Qué podemos concluir de esto? Simple, sí se quiere alcanzar que un individuo realice de forma efectiva, cualquier actividad, no se le debe reprimir, ni criticar, ni atacar, al contrario se debe reconocer el esfuerzo empleado.

¿Qué sucede cuando se reprocha, crítica o reprime el esfuerzo de los demás? ¿Piensa por un momento, qué sentiste tú la última vez que fuiste víctima de éstas acciones? Simple, el reproche y la crítica engendran desmoralización, inmediatamente se abre la compuerta del resentimiento, de la rabia, ya que se hiere el sentido de importancia, de reconocimiento, de valor y respeto que todos, incluyéndote a ti, desean obtener.

¿Y si no se puede reprochar, reprimir, ni criticar, cómo hago para que los empleados hagan de forma efectiva sus labores? Simple, no te enfoques en lo que no se hizo bien, mejor enfócate y reconoce lo que sí se hizo bien, con simples expresiones: “muy buen trabajo, solo te falta afinar algunos detalles para que te quede mejor en una próxima oportunidad”.

En ese momento el empleado estará consiguiendo lo que tanto desean los seres humanos “El reconocimiento de sus esfuerzos”. Como lo expresó Frederic Skinner “Cuando algo nos resulta placentero, hay más probabilidades de repetirlo”.

¿Necesitas que tus compañeros de trabajos, tus empleados, socios realicen sus actividades de forma proactiva? Entonces Jamás, critiques, ni reproche, o reprimas sus acciones, mejor enfócate en lo poco que sí hizo bien, y observarás como aumentan sus esfuerzos para hacerlos cada vez mejor.

¡Qué esperas!

Manuel García