¿Alguna vez te has preguntado por qué tus problemas se ven y se sienten más grandes y complicados que las dificultades de los demás? Y expresas enérgicamente ¡Por qué a mí me suceden estas cosas!  O ¡Tan fáciles y felices que se ven las vidas de los demás! ¿Te ha sucedido? No te preocupes, no eres el único.

Tus problemas y la solución a los mismos van a depender de la posición que ocupes ¿Y cómo es esto? Simple, la forma cómo vas a enfrentar tus dificultades cotidianas en la empresa, en la calle, en el hogar, o donde te encuentres, va a depender si estás dentro o fuera del problema.

Es normal que los seres humanos tengamos comportamientos específicos, y actuemos de forma diferente dependiendo de la posición en la cual nos encontremos. Te invito a probar mi punto al respecto, ¿Tienes vehículo? Haz el siguiente ejercicio: La próxima vez que vayas a visitar un centro comercial o al mercado, quédate dentro de tu vehículo, y percibirás, que cada vez que otro vehículo o moto se intenta estacionar adelante o atrás de ti, te salta el corazón, tu pulso se acelera, en general inicias un esquema de ansiedad completa ¡Ese Vehículo casi me choca, señora tenga cuidado con su puerta, pero señor por favor aprenda a manejar!, pero te aseguro que cuando dejas tu vehículo estacionado y te vas hacer tus diligencias, ni te acuerdas de él, hasta que regresas. ¿Por qué sucede? Por la posición que ocupaste en esa situación. ¿Vieron todo va a depender si estamos dentro o fuera? Ahora, llevemos este pequeño ejercicio a la vida cotidiana, cuando NO estamos comprometidos en una determinada situación (Vehículo) somos capaces de promover soluciones novedosas, creativas, magnificas, somos capaces de crear múltiples opciones de soluciones a la problemática en cuestión, al no estar nuestros sentimientos envueltos, en dicha problemática, somos capaces de observar el problema de forma objetiva, con una visión 360º, cuando no se está involucrado en el problema tenemos el tiempo suficiente para pensar con claridad, ya que no hay la premura de resolver esa situación, no hay la presión, sobre nuestros hombros para resolver un problema en concreto.

Es por esa razón que percibes que los problemas de los demás son fáciles de resolver, porque tus emociones y sentimientos no están envueltos, y puedes sugerir una solución objetiva, fría y certera, pero cuando te sucede a ti, las cosas toman otro color. ¿Y cuál es la solución? Simple, cuando los problemas te agobien  y experimentas una sensación de no poder gestionar su solución, bien sea en tu empresa, hogar o la calle, procure obtener opiniones de personas que estén fuera de tu círculo, fuera de la situación, que estén fuera del problema (vehículo), obteniendo así ideas más frescas, objetivas y sinceras del percance. La próxima vez que tengas un problema procura mayor objetividad para resolverlo.  ¡Qué esperas!.

Manuel García