El Real Madrid arrancó el 2017 de manera inmejorable al batir por 3-0 al Sevilla en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey con un doblete de James Rodríguez. Vale resaltar que no hubo mejor forma para que Zinedine Zidane celebrara su primer aniversario como entrenador de los merengues.

Desde que el francés sustituyó a Rafael Benítez el 4 de enero del año pasado, el equipo blanco ganó la Liga de Campeones, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, sumando así más títulos alcanzados que derrotas. Además estiró hasta 38 su racha de partidos invicto, y lo hizo frente al equipo contrario, uno de los que más en forma llegaron a la pausa de Navidad.

Elemento clave
Sampaoli destacó en la antesala que el Sevilla saldría a presionar al Real Madrid y a quitarle el balón. Pero a su equipo le faltó la intensidad que muestra habitualmente, a pesar incluso de que Zidane alineó desde el inicio a cinco suplentes habituales como el portero Kiko Casilla, Nacho, Marcos Asensio, James y Álvaro Morata.

Quizás ahí estuvo la clave, sin ninguno de los referentes, los futbolistas blancos corrieron sin descanso, para atacar y para defender, durante los 90 minutos.  Un balón robado por Carlos Casemiro a Steven N’Zonzi fue el preludio del primer gol. James recogió el balón, lo acomodó a la zurda y desde el borde del área lanzó un fuerte disparo para irse adelante. El segundo inició con una chilena de Modric, toque de Marcelo y cabezazo de Varane. La anotación definitiva fue definida de penal por el colombiano.