El presidente de la Asamblea Nacional (AN), Julio Borges, sostuvo que la reunión del diálogo que fue acordada para el 13 de enero nunca estuvo planteada «formalmente», sino que por el contrario la fecha fue fijada como un plazo para cumplir con los acuerdos.

Ahora, tras acercarse el día, el diputado dijo que «habría que replantearse si el Gobierno de verdad quiere cumplir con lo acordado en el diálogo, y así darle continuidad al proceso».

Asimismo, propuso la sede del hemiciclo como lugar de encuentro para establecer la mesa de diálogo. «En otros países el Parlamento funciona como mediador y punto de encuentro entre los actores políticos», afirmó.

«El presidente de la República, Nicolás Maduro, debería venir a rendir la próxima semana su Memoria y Cuenta 2017 y no hacerlo fuera del Palacio Legislativo», agregó.

Borges también aseguró que si tuviera la decisión en sus manos plantearía unas elecciones generales, que «permitan al país salir del caos», al tiempo que manifestó que desde el Parlamento «lucharán» para que se lleven a cabo este año. «Este año vamos a luchar para que hayan elecciones generales, y no sólo se den las de gobernaciones y alcaldías como plantea el Consejo Nacional Electoral (CNE)». A juicio de Borges, es necesario colocar al pueblo como protagonista ante el futuro del país y una de las formas de hacerlo es a través del voto.

Por otro lado, lamentó que el Gobierno haya sacado al Tribunal Supremo de Justicia para «amarrar a la AN». Reprochó que desde el Ejecutivo se desconozca a las 14 millones de personas que eligieron a la actual AN, así como se haya bloqueado el revocatorio y negado las elecciones de Gobernadores en 2016.

«La Asamblea fue electa para que cada uno de sus representantes, desde sus visiones opuestas, trabajaran en favor del pueblo», señaló. En tal sentido, para el presidente del Parlamento, el Gobierno debería abandonar la idea de «amarrar y desmantelar al Poder Legislativo» y, por el contrario, ponerse de acuerdo con el ente para en conjunto solucionar los problemas políticos y económicos. «Si el Gobierno tuviera dolor y compasión por los problemas de la gente, buscara todo lo posible para acabar con ello y sucede lo contrario». Lamentó que en 2016 no hayan podido tener un árbitro electoral «donde todos se sintieran representados (…)».

Opinión
El presidente de la Asamblea Nacional, explicó que la misma «no plantea una ruptura, golpe de Estado, ni salida violenta. Lo que pide es una elección popular».