La compra de ramos de flores se ha convertido en un gasto que no todos pueden costear.

Uno pequeño puede valorarse en al menos Bs. 5 mil, lo que para los usuarios ello se traduce en una exageración.

La vendedora de estos arreglos en las cercanías del cementerio Metropolitano de Barcelona, Yelis Casas, aseguró que el no vender se ha traducido en un márgen de pérdida de un 70% según sus cálculos.

«Tenemos problemas para salir de la mercancía, así que ya no estamos pidiendo tantas flores como antes, ya que la mayoría se pierde. Los clientes se quejan de los costos» aseguró la comerciante, quien dice el negocio familiar está en riesgo.