El precio del pan salado volvió a dar un golpe en el bolsillo de los anaquenses. Esta semana vecinos de diversas zonas de la localidad gasífera denunciaron un nuevo incremento en el alimento y piden a las autoridades controlar la situación.

Así lo reconoció Dany Moreno, presidente del Comité de Usuarios de Anaco, quien señaló que desde el pasado lunes comenzó a recibir quejas sobre la venta de los panes. «La gente está llamando preocupada porque los panaderos decidieron aumentar las canillas de 400 a 500 bolívares y el francés a 120 por unidad, precios exorbitantes tomando en cuenta que la regulación es la mitad de eso» recalcó Moreno.

El funcionario señaló que los usuarios están preocupados por la falta de autoridad en la localidad. «La población critica que desde la Sundde, el concejo municipal y el resto de organismos responsables de velar por la alimentación en la ciudad se hagan de la vista gorda» agregó.

Para Dany Moreno, la supervisión es fundamental, ya que según lo informado por la alcaldía de Anaco en recientes notas de prensa, han estado expendiendo harina de trigo regulada a los panaderos, por lo que no debería haber aumentos en el producto.

«Se supone que hay materia prima para que los panaderos trabajen, según las autoridades, entonces es importante que se aclare el punto y pongan mano dura porque se está afectando a la población».

Balance
En un recorrido por diversas panaderías y en conversaciones con dueños y encargados, se pudo comprobar que efectivamente hay nuevos precios en el pan canilla. Sin embargo, varios informantes, quienes prefirieron no dar sus identidades, recalcaron que el reajuste se hizo de manera balanceada de acuerdo a la inflación y el aumento de sueldos y salarios.

«Nos vimos en la obligación de elevar los precios, todo aumenta en la calle, incluso los costos por alquileres y los beneficios a los trabajadores, además la harina que nos surte la alcaldía no nos alcanza» relató uno de los panaderos consultados.

Señaló que hoy en día un simple «bolibomba» cuesta 500 bolívares, lo que  muestra que la inflación está descontrolada. «En nuestro caso hicimos el balance para no perjudicar a ninguna de las partes y aún así los gastos nos superan, pero no podemos cerrar» sentenció el comerciante.