Desde tiempos ancestrales filósofos, sabios, intelectuales, guerreros se han formulado grandes interrogantes sobre cómo alcanzar el éxito en todas aquellas tareas que nos ocupen, en el trabajo, en los estudios, en el hogar, entre otras.

Aristóteles expresaba:  “Tu carácter es el resultado de tu conducta, si quieres mejorar tu carácter cuida tus actos”. Si quieres triunfar en todo aquello que desees, entonces elige un blanco, una meta, un objetivo, y apunta hacia ese objetivo con toda la fuerza de tu conducta, recuerda:  “Eres lo que haces día a día”.

Walt Disney expresó «Si lo puedes soñar, lo puedes lograr», resume de forma brillante todo aquello por lo cual tu sueñas se puede convertir en realidad; por otro lado Napoleón Bonaparte contribuye que «La confianza es la mitad del triunfo», es decir debemos tener confianza en todo aquello que queramos lograr para alcanzar el triunfo sobre ello ¿Y tú, tienes confianza en tus sueños?

Simón Bolívar brillantemente sostuvo que «Para el logro del triunfo siempre ha sido indispensable pasar por la senda de los sacrificios”, ningún triunfo que valga la pena y sea merecedor de nosotros viene sin sacrificios.

Observemos que existe una multiplicidad de puntos de vista de cómo alcanzar el triunfo en todo aquello que se desee, y se puede resumir en: Afinar y sintonizar tu carácter, tu conducta hacia los objetivos, también debes contar con el poder que engendran los sueños sobre triunfar, de la misma forma debemos tener la confianza suficiente en aquello que deseemos, y recordar que para lograr el éxito en todo aquello que nos proponemos en la vida es necesario estar preparados para los sacrificios.

De mi parte considero que todos estos aportes son necesarios, más sin embargo me voy a permitir agregar dos elementos:
1) La planificación: “Todo aquello que ha resultado exitoso en la vida ha sido fruto de la planificación”, planificar es sencillamente necesario, en el desorden y en el caos no se va a producir éxito alguno.

2) Habilidades que debemos tener para relacionarnos con los demás miembros de la sociedad y lograr que ellos nos colaboren en nuestras metas.

Por ejemplo: Tenías más de un año desempleado, y ayer conseguiste un empleo de vendedor, pero la vergüenza de comunicarte con los demás, el temor a pasar el ridículo de tu vida te impide realizar venta alguna, y así pasan los días y no logras vender nada de tu cartera de producto.  ¿Tienes buen carácter, el sueño de salir adelante y estás dispuesto a realizar sacrificios para ello? Pero no está funcionado, ¿Entonces, qué sucede? Simple, careces de la habilidad de relacionarte con los demás miembros de la sociedad, es necesario que aumentes tu círculo de personas conocidas, debes relacionarte con la mayor cantidad de personas posibles. ¿Quieres alcanzar todo aquello que te propongas? Entonces debes mejorar las relaciones de amistades, a nivel laboral, a nivel familiar, entre otras.

Manuel García