Un perro llamado Scamp fue el feliz ganador de 1.500 dólares, un trofeo, y una aparición en un programa de la NBC al coronarse como el perro más feo del mundo en un concurso que se celebra cada año en California.

Scamp compitió contra otros 19 perros que luchaban por el galardón, sin embargo sus pocas cualidades de belleza lo hicieron destacar por encima de los demás.

Al ser nombrado como el ganador su dueña saltó de alegría y no pudo contener la emoción ante los aplausos del público.

De esta forma le tocó entregar su corona a Zsa Zsa el bulldog inglés que se alzó con el título en el 2018.

La mayoría de los perros que participan han sido rescatados en perreras. Estos animales son un ejemplo de superación y demuestran, mejor que nadie, que la verdadera belleza está en el interior.