Un espeluznante doble crimen tuvo lugar en la noche del jueves en el sector La Playa, Boca de Uchire, municipio San Juan de Capistrano.

En el sector antes descrito, en una posada llamada Reymar, sus dueños fueron brutalmente asesinados por, presuntamente, un inquilino que les rentó una habitación. De esto se dieron cuenta vecinos, que luego de llamados fallidos a la pareja, entraron a verificar su estado, solo para darse cuenta que fueron masacrados con un arma blanca.

El Eje de Homicidios del  Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) acudió al lugar luego que la policía local resguardara la escena del crimen. Los cuerpos fueron remitidos al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf). Allí los identificaron como Reinaldo José Sandoval Nieves (72) y María Eugenia Olivero de Sandoval (68), ambos oriundos de los Valles del Tuy, estado Miranda. Él recibió 14 heridas de arma blanca, ella diez.

Asesinato
Sandra Figueredo, nuera de los occisos, dijo que los hijos de la pareja mantenían una comunicación frecuente para saber cómo se encontraban, pues los ancianos estaban a cargo de la posada. Ambos vivían en una casa aparte del resto de la zona.

La última conversación que tuvieron con la pareja fue el jueves, cerca de las 8:30 p.m. A la mañana siguiente, la familia llamó a los abuelos y no contestaron, lo que era inusual. A mediodía volvieron a intentarlo y fallaron. Ya al caer la noche, ante la preocupación, los hijos solicitaron a los vecinos que revisaran el estado de ambos. Uno se acercó y notó que a todo volumen estaban prendidos unos televisores, además de aires acondicionados y todas las luces. Al entrar con permiso de los hijos, un vecino vio a la señora tirada en la cocina. La policía halló al hombre muerto en una de las habitaciones.
Las gavetas de los cuartos estaban tiradas y había mucho desorden.

Inquilino
Jesús Sandoval, uno de los hijos de la pareja, dijo que había un inquilino desde el lunes, que no tenía buen aspecto, por lo que incitaron a los ancianos a sacarlo de allí, pero la señora intercedió. «Dijo que era evangélico y que no haría nada».

Ese hombre desapareció después de los asesinatos. Sandoval denunció que Boca de Uchire es blanco frecuente del hampa. Dijo que somenten a familias para robarlas. «Venderemos esto tras cerrarlo y no volveremos más. Este lugar es zona roja», sentenció.

50 Años
De casados tenía la pareja. Celebraron su aniversario en una iglesia local.

Juan Afonso